jueves, 25 de junio de 2009

Si yo viviese en la Tierra Media, creo que sería una hobbitina alba, aunque con sangre Tuk... me casaría con el hobbit, Meriadoc Brandigamo, señor de los Gamos... dado a que no existe un Lord George en esas tierras ¡porque yo soy fiel hasta la muerte a mi George! Soy de esas personas tranquilas, que disfruta de las pequeñas cosas de la vida, que siempre se esfuerza por ver las cosas meritorias de las personas... me asustan los riesgos, y prefiero estar en mi cómodo agujero-hobbit durmiendo tranquila ¡sin magos "perturbadores de la paz" que te saquen a matar dragones! Aunque mi lado Tuk sigue latiente y me llama a emprender riesgos que, si no fracasan, pueden llegar a tener finales muy felices. Mi lado Tuk es valiente y se aburre de estar sin hacer nada. Es por eso que emprendo esta batalla, titulada "La Última Batalla". Batalla en la que los primeros arcos han sido tensados y las flechas han sido disparadas y han dado en el objetivo... esta batalla acaba de comenzar. ¡Nada mejor que comenzar por el comienzo! Los Elfos están de mi bando, son mis aliados. ¡Lucho contra terribles orcos dirigidos por Saruman, aliado de Sauron! ¿Me ayudas?

sábado, 20 de junio de 2009

Lugar Idealizado


En un lugar idealizado, todas las ideas son idealistas. Yo soy Lady Annelies de Harrison, la creativa. ¿Quién eres tú? Nací en el año 53 d.J.L. (después de John Lennon) en el mes séptimo según el calendario Juliano, bajo la constelacion de Libra regida por Venus/Afrodita. Mi amor es Lord George, el dulce.

Mi Reino no es muy grande... en las costas del sur de Britania, hay un lugar llamado Strawberry Field. A través del cual se llega a mi Jardín: éste. Donde hundes tus gentiles pies, en la mullida y brillante hierba verde cubierta por el rocío de la mañana. Donde las flores crecen altas, y sus pétalos son de celofán. Donde sólo tiene cabida la bondad. Los cielos son de caleidoscopio y huntados de mermelada azulada. Y los árboles de mandarina son tan dulces como los campos de fresas que se extienden en el lado oeste hasta el infinito.

Yo soy la princesa de ese Jardín. Y George es el príncipe, mi príncipe azul. Yo estaba sumida en un terrible sueño antes de llegar aquí. Una malvada hechicera llamada Maléfica me lanzó una maldición: me envió a un alto y solitario torreón custodiado por un dragón y dijo "dormirás eternamente, hasta que el Amor Verdadero te salve". Un día, mi dulce y audaz George vino cabalgando en su hermoso corcel hasta mi torreón, venció al dragón y vino a despertarme de mi pesadilla. Con un dulce beso de Amor Verdadero me devolvió a la vida.

Ahora que conoces mi historia, ¿por qué no me cuentas la tuya?

jueves, 11 de junio de 2009

Chaplin

Re-edito esta entrada. Para añadir más cosas. He visto la película entera de "El Gran Dictador" en Youtube... y al llegar la escena final, me he emocionado tanto que he llorado. Primero, el discurso que da el barbero confundido por Hynkel, demuestra el gran corazón de Chaplin. Y, lo admiro todavía más. Segundo, hoy he estado todo el día mal... ha sido un día horrible... se me quitaron las ganas de vivir. Pero al escuchar las palabras que el barbero le decía a Hannah, he imaginado que me las decía a mí... me dio tantas esperanzas que no pude contener las lágrimas. Por eso, Chaplin es otra persona que me ha ayudado emocionalmente a recuperar la esperanza. Hay muchos artistas que han conseguido eso en mí... Beethoven, Harrison, Mercury!...

lunes, 8 de junio de 2009

El Hobbit

Todo lo que el confiado Bilbo vio aquella mañana fue un anciano con un bastón. Tenía un sombrero azul, alto y puntiagudo, una larga capa gris, una bufanda de plata sobre la que colgaba una barba larga y blanca hasta más abajo de la cintura, y botas negras.
-¡Buenos días! -dijo Bilbo, y esto era exactamente lo que quería decir. El sol brillaba y la hierba estaba muy verde. Pero Gandalf lo miró desde abajo de las cejas largas y espsas, más sobresalientes que el ala del sombrero, que le ensombrecía la cara.
-¿Qué quieres decir? -preguntó-. ¿Me deseas un buen día, o quieres decir que es un buen día, lo que quiera yo o no; o que hoy te sientes bien; o que es un día en que conviene ser bueno?
-Todo eso a la vez -dijo Bilbo-. Y un día estupendo para una pipa de tabaco a la puerta de casa, además. ¡Si lleváis una pipa encima, sentaos y tomad un poco de mi tabaco! ¡No hay prisa, tenemos todo el día por delante! -Entonces Bilbo se sentó en una silla junto a la puerta, cruzó las piernas y lanzó un hermoso anillo de humo gris que navegó en el aire sin romperse, y se alejó flotando sobre La Colina.
-¡Muy bonito! -dijo Gandalf-. Pero esta mañana no tengo tiempo para anillos de humo. Busco a alguien con quien compartir una aventura que estoy planeando, y es difícil dar con él.
-Pienso lo mismo... En estos lugares somos gente sencilla y tranquila y no estamos acostumbrados a las aventuras. ¡Cosas desagradables, molestas e incómodas que retrasan la cena! No me explico por qué atraen a la gente -dijo nuestro señor Bolsón, y metiendo un pulgar detrás del tirante, lanzó otro anillo de humo más grande aún. Luego sacó el correo matutino y se puso a leer, fingiendo ignorar al viejo. Pero el viejo no se movió. Permaneció apoyado en el bastón observando al hobbit sin decir nada, hasta que Bilbo se sintió bastante incómodo y aun un poco enfadado.- ¡Buenos días! -dijo al fin-. ¡No queremos aventuras aquí, gracias! ¿Por qué no probáis más allá de La Colina o al otro lado de Delagua? -Con esto daba a entender que la conversación había terminado.
-¡Para cuántas cosas empleas el Buenos días! -dijo Gandalf-. Ahora quieres decir que intentas deshacerte de mí y que no serán buenos hasta que me vaya.
-¡De ningún modo, de ningún modo, mi querido señor! Veamos, no creo conocer vuestro nombre...
-¡Sí, sí, mi querido señor, y yo sí que conozco tu nombre, señor Bilbo Bolsón! Y tú también sabes el mío, aunque no me unas a él. ¡Yo soy Gandalf, y Gandalf soy yo! ¡Quién iba a pensar que un hijo de Belladona Tuk me daría los buenos días como si yo fuese vendiendo botones de puerta en puerta!
-¡Gandalf, Gandalf! ¡Válgame el cielo! ¿No sois vos el mago errante que dio al Viejo Tuk un par de botones mágicos de diamante que se abrochaban solos y no se desabrochaban hasta que les dabas una orden? ¿No sois vos quien contaba en las reuniones aquellas historias maravillosas de dragones, trasgos y gigantes y rescates de princesas y la inesperada fortuna de los hijos de madre viuda? ¿No el hombre que acostumbraba a fabricar aquellos fuegos de artificio tan excelentes? ¡Los recuerdo! El Viejo Tuk los preparaba en los solsticios de verano. ¡Espléndidos! Subían como grandes lirios, cabezas de dragón y árboles de fuego que quedaban suspendidos en el aire durante todo el crepúsculo. -Ya os habréis dado cuenta de que el señor Bolsón no era tan prosaico como el mismo creía, y también de que era muy aficionado a las flores.- ¡Diantre! -continuó-. ¿No sois vos el Gandalf responsable de que tantos y tantos jóvenes apacibles partiesen hacia el Azul en busca de locas aventuras? Cualquier cosa desde trepar árboles a visitar elfos... o zarpar en barcos, ¡y navegar hacia otras costas! ¡Caramba!, la vida era bastante apacible entonces... Quiero decir, en un tiempo tuvisteis la costumbre de perturbarlo todo en estos sitios. Os pido perdón, pero no tenía ni idea de que todavía estuvieseis en actividad.
-¿Dónde si no iba a estar? -dijo el mago.- De cualquier modo, me complace descubrir que recuerdas con cariño mis fuegos artificiales, y eso es reconfortante. Y en verdad, por la memoria de tu viejo abuelo Tuk y por la memoria de la pobre Belladona, te concederé lo que has pedido.
-Perdón, ¡yo no he pedido nada!
-¡Sí, sí lo has hecho! Dos veces ya. Mi perdón. Te lo doy. De hecho iré tan lejos como para embarcarme en esa aventura. Muy divertida para mí, muy buena para ti... y quizá también muy provechosa, si sales de ella sano y salvo.
-¡Disculpad! No quiero ninguna aventura, gracias. Hoy no. ¡Buenos días! Pero venid a tomar el té ¡cuando gustéis! ¿Por qué no mañana? ¡Sí, venid mañana! ¡Adiós! -Con esto el hobbit retrocedió escabulléndose por la redonda puerta verde, y la cerró lo más rápido que pudo sin llegar a parecer grosero. Al fin y al cabo, un mago es un mago.

El Hobbit - J.R.R. Tolkien

sábado, 6 de junio de 2009

Celosía Alveolada

Te amo
Pero tú no tienes ni la menor idea
de lo que siento por dentro
es un fuego abrasador
un fuego incontrolable
¡un fuego que se apaga
como una vela sin cera
cuando indiferente pasas!

No, no creas que se apaga
crece más

Beethoven

"El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad."

"¡Actúa en vez de suplicar. Sacrifícate sin esperanza de gloria ni recompensa! Si quieres conocer los milagros, hazlos tú antes. Sólo así podrá cumplirse tu peculiar destino."

"Haz lo necesario para lograr tu más ardiente deseo, y acabarás lográndolo."

Ludwig Van Beethoven

Gracias Ludwig. Ich liebe dich

¡Beethoven me ha enseñado tantas cosas!... de sus sinfonías, las que más me gustan son: la segunda, es maravillosamente magnífica, como música sacada del Cielo... la quinta, es sublimidad... y la séptima, más conocida como "Claro de Luna", he leído que la compuso debido a la desesperación que sentía por su sordera. Realmente le humillaba mucho el estar sordo. Su padre, al ver el fenómeno de Mozart, quiso que su hijo fuese como él: un niño prodigio. La verdad, Ludwig tenía mucho talento, así que su padre lo explotó mucho... porque él apenas se relacionaba con los otros niños. Su padre, además era borracho y su madre estaba siempre enferma. Era un Artista Romántico. De esos que te desgarran el alma, desbordan lágrimas por tus incontenibles ojos... es Increíble. Edgar Allan Poe es otro romántico o modernista, pero su sensibilidad se me clava tanto en el corazón. Me fascina tanto esa gente tan sublimemente sensible.

Yo he aprendido de Beethoven, la importancia de la perseverancia. Últimamente he dudado en la existencia de Dios. Muchas veces lo he hecho. Porque... si Él realmente existe, ¿por qué hay tanta infelicidad en el mundo? Hay cosas tan horribles en este mundo, que es difícil de creer que eso lo haya inventado Dios. Si tantos milagros hace, ¿por qué nunca me concede ni uno solo? Yo sólo pido Amor, es lo único que quiero. ¿Por qué no me lo da, siendo Él el Amor? ¿por qué a veces siento que ahí arriba no hay nadie? Yo no sé si existe o no... pero para lograr algo, no sirve de nada rezar y suplicar... para lograr algo, hay que sudar, llorar y sangrar. Y, yo a veces pienso que pierdo el tiempo creyendo en que Alguien me va a conceder milagros. Nadie va a hacer nadie por mí. Pero el Amor es algo entre dos, y si no hay un segundo, no puedo conseguir nada.

Yo estaba en el clímax de la tristeza y la agonía cuando leí esas tres frases de ahí arriba. Y sólo leerlas me ayudó tanto, que me recuperé. Yo, como soy libra, me balanceo de un lado a otro constantemente. Y en un momento, estoy feliz y en otro triste. La balanza se inclinó hacia la felicidad cuando leí esas frases. ¡Es lo único que pudo consolarme! Parecía que leían mi pensamiento... por eso yo tengo mucho que agradecerle a Beethoven.


lunes, 1 de junio de 2009

Biografía de George Harrison (1943-1959)

George Harold Harrison nació el 24 de febrero de 1943, en el 12 de Arnold Grove, en Wavertree, suburbio de Liverpool, ciudad por entonces devastada por los aviadores nazis en el barrio de Hunts Cross. Su infancia se desarrolló en una casa adosada con cuatro habitaciones pegada pared a pared con sus vecinos y con el sanitario en el patio, y a veinte minutos a pie de la estación donde tomaba el autobús para ir a la escuela. Una beca en el Instituto de Liverpool, le abrió las puertas para una vida mejor.

Nació en el seno de una familia de ascendencia irlandesa por parte de su madre, Louise, ama de llaves e intentó educar a sus hijos (tres niños y una niña, George era el menor de los cuatro hermanos) en el catolicismo. Su padre, Harold Harrison, había sido marino hasta que abandonó su puesto y desempeñó el de conductor de autobús municipal. Harrison recordó haber tenido una infancia feliz, aunque humilde. Fue el único Beatle cuya infancia no fue empañada por la muerte o el divorcio de sus padres. Cuando cumplió seis años la familia se mudó a una casa más grande en la cerca de Speke y aunque la economía familiar no era muy boyante salieron adelante, siendo una familia muy unida.

Acudió a la escuela infantil Dovedale Road, cerca de Penny Lane, al mismo tiempo que John Lennon. A los once años, tras pasar una prueba, le fue concedida una plaza en el Liverpool Institute for Boys, edificio hoy en día convertido en el Liverpool Institute for Performing Arts, en el cual conoció a Paul McCartney. A los doce años, poco antes de dar inicio el curso, fue ingresado en el hospital debido a una nefritis. Durante su convalecencia con ayuda de su madre compró su primera guitarra, una Egmond de segunda o tercera mano, a un compañero de Dovedale, Raymond Hughes, por 3 libras con 10 chelines, que puso en segundo lugar sus estudios y en primero sus habilidades como intérprete.

Desde pequeño, escuchaba todo tipo de música por la radio, desde el viejo music-hall británico hasta el country de Hank Williams. Al igual que muchos de los jóvenes de la época, Harrison, quedó encantado con el rock’n’roll que llegaba a través de Radio Luxemburgo o bajaba de los barcos en las manos de los marineros. Por entonces, estaba enamorado de Fats Domino, Elvis Presley y del rock, aunque lo que tocaba era skiffle: una especie de rockabilly en el que la percusión consiste en una escobilla frotando una tabla de fregar, y cuyo máximo ídolo era Lonnie Donegan.

Poco después, al tiempo que conseguía su primera "guitarra decente", una Hofner President, forma su primer grupo tras el auge del skiffle: The Rebels, junto a su hermano Peter y Arthur Kelly. Fue el único de los hermanos que asistió a la escuela secundaria, donde se matricularía en el prestigioso Instituto de Liverpool. Conoció a Paul en el colegio, con quien realizaba el mismo trayecto diario en autobús y en sus ratos libres siempre se reunía con él en su casa para tocar.

Pasado un tiempo, cuando George contaba con catorce años Paul le presentó a John Lennon, con quien formaba el grupo The Quarrymen y al resto del grupo, pero nadie le invita a unirse. George se uniría a ellos más tarde, ya que entonces era demasiado joven (catorce años). Paul era nueve meses mayor, y John le llevaba dos años. George empezó a rondarlos y cada vez que le dejan sube al escenario a acompañarlos. Sin darse cuenta, George comienza a ir a los ensayos y era capaz de tocar solos. Más tarde, Paul McCartney escuchó a Harrison tocar el riff de "Raunchy" en el autobús de camino a casa y le propuso unirse al grupo. Tomada ya la decisión por parte de John y Paul, eliminan del grupo a Eric Griffiths y George seria el guitarrista principal del grupo, esto seria el 13 de Marzo de 1958. Entre los artistas que influyen en su forma de tocar destacan Elvis Presley, Little Richard, Buddy Holly, Fats Domino, Bill Halley, Eddie Cochran, Lonnie Donegan y Chet Atkins.

Pero eso de estudiar no era lo suyo y suspendió todas las asignaturas, excepto Arte. Como comprobó que eso de estudiar era una perdida de tiempo, aceptó un puesto de aprendiz de electricista. Tras abandonar la escuela en 1959, alternó durante poco tiempo su afición a la música con el trabajo de aprendiz de electricista.