sábado, 30 de mayo de 2009

Cuentos de Beedle el Bardo

LA FÁBULA DE LOS TRES HERMANOS

Había una vez tres hermanos que viajaban a la hora del crepúsculo por una solitaria y sinuosa carretera. Los hermanos llegaron a un río demasiado profundo para vadearlo y demasiado peligroso para cruzarlo a nado. Pero como los tres hombres eran muy diestros en las artes mágicas, sólo tuvieron que agitar sus varitas he hicieron aparecer un puente para atravesar las traicioneras aguas. Cuando se hallaban hacia la mitad del puente, una figura encapuchada les cerró el paso... Y la Muerte les habló. Estaba contrariada porque acababa de perder a tres posibles víctimas, ya que normalmente los viajeros se ahogaban en el río. Pero ella fue muy astuta y, fingiendo felicitar a los tres hermanos por sus poderes mágicos, les dijo que cada uno tenía la opción a un premio por haber sido lo bastante inteligentes como para eludirla.

Así pues, el hermano mayor, que era un hombre muy combativo, pidió la varita mágica más poderosa que existiera, una varita capaz de hacerle ganar todos los duelos a su propietario; en definitiva, ¡una varita digna de un mago que había vencido a la Muerte! Ésta se encaminó hacia un saúco que había en la orilla del río, hizo una varita con una rama y se la entregó.

A continuación, el hermano del medio, que era muy arrogante, quiso humillar aún más a la Muerte, y pidió que le concediera el poder de devolverles la vida a los muertos. La Muerte tomó una pidra de la orilla del río y se la entregó, diciéndole que la piedra tendría el poder de resucitar a los difuntos.

Por último, la Muerte le preguntó al hermano menor qué deseaba. Éste era el más humilde y también el más sensato de los tres, y no le tenía la más mínima confianza. Así que le pidió algo que le permitiera marcharse de aquel lugar sin que ella pudiera seguirlo. Y la Muerte, de mala gana, le entregó su propia capa para volverse invisible.

Entonces la Muerte se apartó y dejó que los tres hermanos siguieran su camino. Y así lo hicieron ellos mientras comentaban, maravillados, la aventura que les había dado la Muerte. A su debido tiempo, se separaron y cada uno se dirigió hacia su propio destino.

El hermano mayor siguió viajando un poco más de una semana, y al llegar a una lejana aldea buscó a un mago con el que manteía una grave disputa. Naturalmente, armado con la Varita de Saúco, era inevitable que ganara el duelo que se produjo. Tras matar a su enemigo y dejarlo tendido en el suelo, se dirigió a una posada, donde se jactó a los gritos de la poderosa varita mágica que le había arrebatado a la propia Muerte y de lo invencible que se había vuelto gracias a ella.

Esa misma noche, otro mago se acercó con sigilo mientras el hermano mayor yacía borracho como una cuba, en su cama, le robó la varita y, por si acaso, le cortó el cuello. Y así fue como la Muerte se llevó al hermano mayor.

Entretanto, el hermano del medio llegó a su casa, donde vivía solo. Una vez allí, tomó la piedra que tenía el poder de revivir a los muertos y la hizo girar tres veces en la mano. Para su asombro y placer, vio aparecer ante él la figura de la muchacha con quien se habría casado si ella hubiera muerto prematuramente.

Pero la muchacha estaba triste y distante, separada de él por una especie de velo. Pese a que había regresado al mundo de los mortales, no pertenecía a él y por eso sufría. Al fin, el hombre enloqueció a causa de sus desesperada nolstalgia y se suicidó para reunirse de una vez por todas con su amada. Y así fue como la Muerte se llevó al hermano del medio.

Después buscó al hermano menor durante años, pero nunca logró encontrarlo. Cuando éste tuvo una edad muy avanzada, se quitó por fin la capa para volverse invisible y se la regaló a su hijo. Y entonces recibió a la Muerte como si fuera una vieja amiga, y se marchó con ella de buen grado. Y así, como iguales, ambos se alejaron de la vida.

Los Cuentos de Beedle el Bardo - J.K. Rowling

miércoles, 20 de mayo de 2009

Matilda

Matilda Wormwood es una niña muy especial. Sin haber cumplido los cinco años, ya ha leído a numerosos autores y atesora asombrosos conocimientos. Sus mediocres padres se preocupan poco por ella y la animan a mirar la televisión negándose a comprarle libros.

Ingeniosa y resuelta, Matilda se da cuenta al mucho tiempo de que es más inteligente que sus padres y por lo tanto, no presta atención a sus ideas ridículas. Mientras están fuera, acude a leer a la biblioteca pública, de modo que cuando comienza la escuela, supera ampliamente a sus compañeros. Su agradable maestra, la señorita Jennifer Honey, pide que pasen a Matilda a una clase más avanzada, pero la pérfida directora, la señorita Trunchbull, se niega.

Agatha Trunchbull es un monstruo malévolo. Mete a los niños en un espantoso dispositivo de tortura al que llaman "el asfixiadero" o "la ratonera" o los lanza por el aire, a menudo sin ninguna prueba de que hayan hecho algo malo, o simplemente porque no le caen bien. Para ella la intimidación es el mejor método educativo, y declara sin rodeos que su idea de una escuela perfecta sería aquella en la que no hubiera niños.

Mientras tanto, Matilda descubre que tiene poderes telequinéticos, un secreto que le confía sólo a la señorita Honey. Se entera de esta insólita habilidad cuando su mejor amiga, Lavender, pone una salamandra en el agua de la señorita Trunchbull. Cuando esta acusa a Matilda de haberlo hecho, ésta se pone tan furiosa que le vuelca encima el vaso con sus ojos. La señorita Honey siente curiosidad sobre los poderes de la niña y la lleva a merendar a su casa, una pequeña casa de campo explica cómo, después de la muerte de su padre Magnus, quedó al cuidado de su cuñada, la tía de la señorita Honey. Esta mujer abusaba horriblemente de los niños, y convirtió a la señorita Honey en su esclava.

La tía de la señorita Honey exigio que le pagara porque había estado alimentándola y comprándole ropa y calzado durante todos aquellos años. La señorita Honey le tenía tanto miedo a su tía que accedió y ahora le paga tanto que está obligada a vivir de forma miserable. Cuando Matilda le pregunta quién es esa tía, la señorita Honey revela que la señorita Trunchbull es su tía, y, con esta información, Matilda formula un plan para deshacerse de ella para siempre.

Cuando Trunchbull examina la clase de la señorita Honey, Matilda usa sus poderes para escribir en la pizarra. Fingiendo ser el fantasma del padre de su maestra, la amenaza con "ocuparse de ella, como tú lo hiciste conmigo" si no le da a "Jenny" su dinero y la casa de su padre. Esto hace que la señorita Trunchbull se desmaye.

Al día siguiente, la señorita Trunchbull desaparece, abandonando la casa de su cuñado. También aparece su testamento, y se descubre que la señorita Honey es la heredera legítima de la propiedad. A partir de entonces, la señorita Honey se muda a la casa de su padre y, con su tía fuera, Matilda es pasada a un grado superior, pero pierde su telequinesis. La señorita Honey le dice a Matilda respecto a los poderes cree que se debe a que ahora el cerebro de Matilda tiene que trabajar mucho más, compitiendo con niños que la doblan en edad.

Al final de la historia, la ley atrapa al padre de Matilda, que había estado vendiendo coches robados, por lo que él decide escaparse con su familia a España (Guam en la película), pero Matilda les ruega que la dejen quedarse con la señorita Honey. Sus padres están de acuerdo, ya que es "una menos de la que ocuparse", y se marchan para siempre.

Y así la señorita Honey y Matilda viven felices.





lunes, 11 de mayo de 2009

The Rolling Stones

Me encantan los Rolling Stones. La población general normalmente piensa que los Beatles y los Rolling Stones eran rivales, pero no... eran amigos. Hasta John Lennon formó una banda con Keith Richards. La verdad, yo diría que ambos grupos se parecen y no se puede decir cuál de los dos es mejor... pero obviamente yo siempre seré más de los Beatles. Descargué tres discos de ellos: Let it bleed (1969), Their satanic majesties request (1967) y Aftermath (1966).

El primero, "Let it bleed", era una parodia del disco de los Beatles "Let it be"... yo diría que es muy adelantado a su época. La que más me gusta es la que da nombre al albúm "Let it bleed". Y la segunda que más me gusta es "You can't always get what you want". Las demás, son muy buenas también. "Their satanic majesties request" fué un intento de los Rolling de hacer rock psicodélico. No les salió nada mal, en mi opinión... la canción que más me gusta de ese albúm es "In another land", me parece una obra maestra... es como medieval, pero conserva la esencia del rock. La segunda que más me gusta es "Citadel", "Sing this all together" y obviamente "She is like a rainbow", aunque esa ya la había escuchado hace mucho tiempo.

"Aftermath" me lo pasó mi mejor amiga de Internet. No lo he escuchado mucho aún... pero la que más me gusta es "Paint it black", "Stupid Girl" y... aún no lo he saboreado demasiado ese disco... "Paint it black" ya la había escuchado hace mucho tiempo y en esa canción meten el sitar, en esa época casi no se usaban ese tipo de instrumentos en el rock. Pero Brian Jones (de los Stones) y George Harrison (de los Beatles) fueron pioneros en introducir el sitar a la música rock. Esa canción es muy pesimista, pero me identifico mucho... dice "Veo dentro de mí, y veo que mi corazón es negro, las flores y el amor nunca volverán a mí... veo mi puerta roja y quiero pintarla de negro... quiero ver el sol pintado de negro".

La formación clásica de la banda es: Mick Jagger (vocalista), Keith Richards (guitarrista), Brian Jones (guitarrista), Charlie Watts (batería)... y luego hay otros miembros que han ido cambiando a lo largo de los años. Pero creo que inicialmente eran cinco. Nacieron en Inglaterra en los años sesenta, al mismo tiempo que los Beatles. Está el hit "Satisfaction" que habla sobre la insatisfacción que sienten los adolescentes cuando siempre se les dice "no" a todo... o al menos, así la interpreto yo. "Start me up" me mata de la risa como baila Mick en el videoclip. Mi integrante favorito creo que es Mick, ¡posee un carisma impresionante!

Y con este vídeo termino: