lunes, 16 de agosto de 2010

"Con el tiempo he llegado a amar el secreto. Parece ser lo único capaz de hacer misteriosa o maravillosa la vida moderna. Basta esconder la cosa más corriente para hacerla deliciosa. Cuando ahora me marcho de Londres, nunca le digo a mi gente adónde voy. Si lo hiciera, dejaría de resultarme placentero. Es una costumbre tonta, lo reconozco, pero por alguna razón parece dotar de romanticismo a la vida. Todo retrato que se pinta de corazón es un retrato del artista, no de la persona que posa. El modelo no es más que un accidente, la ocasión. No es a él a quien revela el pintor; es más bien el pintor quien, sobre el lienzo coloreado, se revela. La razón de que no exponga el cuadro es que tengo miedo de haber mostrado el secreto de mi alma. No quiero desnudar mi alma ante las miradas entrometidas y superficiales. Nunca pondré mi corazón bajo su microscopio. Hay demasiado de mí mismo en ese cuadro, ¡demasiado de mí mismo! Un artista debe crear cosas hermosas, pero sin poner en ellas nada de su propia existencia. Vivimos en una época en la que se trata el arte como si fuese una forma de autobiografía. Y ésa es la razón de que el mundo no deba ver nunca mi retrato de Dorian Gray."

Oscar Wilde.

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